Contexto histórico

Las revistas culturales tienen una larga tradición en América Latina y han sido una parte importante del paisaje cultural de la región desde el siglo XIX. Muchas de ellas fueron fundadas por grupos intelectuales y escritores y sirvieron de foro para el intercambio de ideas y la discusión de una amplia gama de temas, desde la literatura y el arte hasta la política y la sociedad.

Las primeras publicaciones periódicas que parecían al formato moderno de las revistas aparecieron en las primeras décadas del siglo XIX, tras la independencia de los países latinoamericanos. Se trataba de productos de prensa como la gaceta, los diarios, las revistas y los almanaques. En las décadas de 1830 y 1840, las “revistas” seguían llamándose “publicaciones periódicas literarias” para distinguirlas de las “publicaciones periódicas informativas”. Algunas se crearon como órgano de expresión de ciertos grupos, como las élites criollas (por ejemplo La moda (1937–1838) y El Iniciador (1838–39). Otras se utilizaron más para la comunicación y presentación externa de las instituciones estatales, como ilustran las publicaciones universitarias, por ejemplo.

A mediados del siglo XIX se observaron en América Latina movimientos políticos y sociales que también influyeron en el panorama cultural de la región. Especial importancia tuvieron las voces de las organizaciones civiles, que pudieron hacerse oír a través de los periódicos (El Artesano, El Tipógrafo). (El Artesano, El Tipógrafo). En este contexto, se observa en América Latina un aumento significativo del número de revistas culturales publicadas por escritores e intelectuales. Sin embargo, a lo largo del siglo, éstas dejaron de competir con la prensa nacional (periódico), es decir, desarrollaron su propio formato, estableciendo gradualmente una periodicidad más lenta. El término “revista” solo se estableció en Europa con el éxito de la Revue des Deux Mondes en 1829 (Tarcus, 2020: 17). La prensa ilustrada se difundió especialmente a lo largo del siglo XIX, debido sobre todo a la automatización e industrialización del proceso de imprenta y a una mayor necesidad de información de la sociedad. La xilografía fue sustituida paulatinamente por la litografía (de Luca, 2019: 14).

 

El alcarán, 1849, no.1: 1

 

Cover El peru ilustrado (1887, no. 1 :1)

 

Cover El ahuizote Jacobino (1904, no. 1:1)

 

El desarollo de las revistas culturales fue influenciado por diversos acontecimientos históricos, como la modernización, la urbanización, el aumento del consumo y la aparición de la actividad publicitaria (Fakin, Musser, Steinke, 2019: 5). . A principios del siglo XX, el mundo de los periódicos y las revistas se fue diversificando, de forma paralela al crecimiento de las ciudades, en las que cada vez más grupos de destinatarios diferentes adquirían un mayor poder de compra, y favorecido por los avances tecnológicos en la imprenta (de Luca, 2019: 12). Estos últimos también contribuyeron a la aparición de nuevos grupos profesionales, como los cajistas, tipógrafos, reporteros fotográficos, decoradores y fotógrafos. La modernización de las infraestructuras y la mayor interconexión del mercado mundial permitieron una mayor transferencia de conocimientos y tecnología entre las distintas regiones del mundo. También en América Latina se produjo un notable aumento de la población urbana –debido, entre otras cosas, a la inmigración procedente de Europa– que, gracias a la creciente alfabetización, cada vez más leía estos “nuevos medios” (Fakin, Musser, Steinke 2019). Gracias a la profesionalización de escritores y periodistas, las revistas culturales lograron emanciparse poco a poco de la prensa nacional. Contribuyeron significativamente a la historiografía nacional y a la historia literaria y, en cierta medida, continuaron el proyecto de construcción y consolidación de la nación iniciado por los románticos latinoamericanos (Tarcus, 2020: 20s). .

 

Cover Plus Ultra (1918, no. 26:1)

 

Cover PBT (1917, no. 634:1)

 

Publicidad para „Agua de Colonia“ (El hogar, 1918, no. 442:2)

 

Publicidad para una camera de fotos (El hogar, 1920, no. 536: 2)

 

Fue también la época en que París se convirtió en un importante centro, o lugar de anhelo y refugio, para los artistas y escritores latinoamericanos. Las revistas culturales de los grupos élites, que habían adoptado los nombres de las revistas europeas, multiplicaban las ideas anarquistas y socialistas y, en general, recurrían a la idea de una redención social. Esto también se observa en sus títulos, que proclamaban el nuevo siglo: Aurora, Germinal, Vida Nueva, Nueva Humanidad, etc. El campo de las revistas culturales creció masivamente y a partir de los años veinte las revistas se hicieron cada vez más específicas. Surgieron diferentes formas de revistas, como las de carácter élite o las burguesas, las nativistas o las de tipo universal, o incluso las vanguardistas y las militares. Surgieron revistas de índole literaria, familiar, de cine, teatro y música, infantiles, femeninas, feministas o políticas, así como de sátira, deportivas o de viajes. (Tarcus, 2020: 18s).

 

Cover (Atlántida, 1918, no. 7:1)

 

La agonia del feminismo en París (El hogar, 1930, no. 1077:16)

 

Cover Cinegraf (1935, no. 38:1 )

 

Cover Cinegraf (1933, no. 20:1)

 

Las décadas de 1920 y 1930 fueron una etapa turbulenta para el continente latinoamericano, caracterizada por golpes de estado, dictaduras e inestabilidad política. En este contexto, las revistas culturales se convirtieron en un importante medio para diversos movimientos políticos. La influencia política real y percibida de los EE.UU. despertó resentimiento en la población latinoamericana, que en parte fue alimentado por los discursos antiimperialistas de ciertas revistas y dio lugar a nuevas estrategias para proyectos de defensa política y social, por ejemplo, la defensa de ideas políticas como la eugenesia o las ideas nacionalsocialistas, etc. (Crespo, 2010: 20). Las revistas que propagaban las ideas nacionalistas contradecían los relatos históricos de las tradiciones liberales de media década antes (Tarcus, 2020: 22)

 

Portada La vida moderna (1910, no. 151: 1)

 

Portada Mexican Folk-Ways (1934, número especial:1)

 

Portada Plus Ultra (1929, no. 162: 1)

 

Portada El hogar (1920, no. 536: 1)

 

Cartas de Paris (El hogar, 1937, no. 1464: 65)

 

La turista moderna excelente (El hogar, 1932, no. 1206: 32)

 

En las décadas de 1920 y 1930, la literatura latinoamericana vivió un momento de auge. Las revistas literarias y culturales eran un espacio privilegiado para definir orientaciones de discusión y acción, no sólo en la esfera cultural e intelectual, sino también en la sociopolítica. Artistas, escritores e intelectuales utilizaron cada vez más esta plataforma para expresar sus ideas. Muchas de estas revistas, además, estaban institucionalizadas y pudieron sobrevivir durante décadas, mientras que otras representaban a grupos que seguían una línea ideológica tan coherente como radical y, por tanto, tendían a desaparecer al poco tiempo. En el caso de las revistas de vanguardia, la particularidad consiste en que eran un fenómeno nuevo vinculado a acontecimientos históricos complejos pero de corta duración. Al principio, apenas se distinguían de los libros, pero poco a poco se convirtieron en un medio de comunicación diferenciado gracias a las nuevas tecnologías y a la especialización de los temas, incluidas las noticias visuales. El progreso técnico llevó a un aumento de la producción de revistas ilustradas, lo que dio a las ilustraciones un significado especial. La importancia de ilustraciones como mapas, caricaturas, fotos y dibujos aumentó cada vez más y aseguró el consumo masivo de revistas (Musser, 2019: 7f). Las revistas se desarrollaron simultáneamente en Europa y América, haciendo circular artículos, ilustraciones y textos intercontinentalmente y contribuyendo a una forma temprana de globalización cultural.

 

Albert Einstein (Nosotros, 1925, no. 188–191: 509)

 

Portada PBT (1915, no. 529: 1)

 

Durante el siglo XX, la revista se convirtió en un importante medio de comunicación de masas y en el más importante medio de difusión de la cultura. El desarrollo de la industria editorial ha impulsado la producción de revistas, y este hecho ha favorecido el reconocimiento de mensajes visuales basados en la capacidad activa del lector contemporáneo para comprender textos e imágenes. Esta capacidad del lector requiere una interpretación y articulación de ambos lenguajes visuales determinados por convenciones culturales (Elizalde 2010: 13).

 

Portada Revista teatral, González Pulido, J. Andrés, and Agustín Alemán. El Dolor De La Gallega. Bahía Blanca, 1922.

 

Cover PBT Semanario Infantil (1907, no.116: 1)

 

Así pues, las revistas culturales eran también instrumentos políticos y culturales. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y a la Revolución Cubana, por ejemplo, éstas tuvieron un papel importante en la difusión de ideas socialistas y marxistas. Un ejemplo es la revista brasileña Cadernos do nosso tempo, publicada en 1953 por un grupo de intelectuales vinculados al IBESP (Instituto Brasileiro de Economia, Sociologia e Política). Su objetivo era difundir sus ideas y soluciones a los problemas nacionales para influir en la opinión y la política. La revista sólo tuvo cinco números, como la mayoría de las revistas políticas surgidas de agrupaciones. El mensaje político también se percibe en las ilustraciones y caricaturas de las portadas de cada una de las revistas. (Prado, 2010: 335s. En: Crespo)

Esto se refiere a las revistas, que van a ser analizadas aquí como puntos de encuentro entre trayectorias individuales y proyectos colectivos, entre temas estéticos y relativos a la identidad nacional. En este sentido, diversos entramados entre política y cultura que fueron un rasgo característico de la modernización latinoamericana. Algunas revistas culturales cumplen una función vinculante dentro del campo intelectual, lo que las convierte en referencia obligada en la historia de las ideas de una nación. Otras representan a grupos que desarrollan una línea ideológica tan coherente como radical y tienden a desaparecer al poco tiempo. En el caso de las revistas de vanguardia, la peculiaridad es que son esfuerzos que –como el fenómeno del vanguardismo– estuvieron ligados a complejas coyunturas históricas, pero que han sido bien elaborados. Vanguardistas o académicas, de izquierdas o de derechas, las revistas culturales constituyen un documento histórico de especial interés para una historia cultural, sobre todo porque estos textos colectivos fueron un importante vehículo para la formación de instituciones culturales que favorecieron la profesionalización de la literatura. Estas publicaciones fueron una de las formas de discurso predominantes en América Latina, pero no se corresponden con la importancia que se les atribuye en los estudios críticos de la literatura latinoamericana. Sólo recientemente se ha llegado a considerar el periodismo como uno de los medios más eficaces de autonomización de la esfera cultural latinoamericana, sobre todo en lo que se refiere a la vertiente literaria. (Beigel, 2003: 106–107)

 

Portada Atlántida (1926, Nr. 447: 1)

 

Las revistas desempeñaron un papel fundamental en la configuración de las tendencias culturales latinoamericanas y constituyeron nuevas formas de difusión cultural vinculadas a la búsqueda de una especie de movimiento revolucionario. Las publicaciones y las conexiones intelectuales fomentadas por este tipo de editorialismo militante sirvieron a menudo como campo de exploración o incluso como actividad preparatoria para una acción política concreta o para la creación de un partido político. Como campo de expresión entre política y literatura, muchas revistas se caracterizaron por su carácter militante, tanto de derechas como de izquierdas. Fernanda Beigel considera que las revistas culturales fueron “uno de los medios más eficaces de autonomización de la esfera cultural latinoamericana”, “porque contenían en sus textos los conflictos más importantes que orientaban el proceso de modernización cultural” (Beigel, 2003: 108).

 

El cancionero revolucionario ilustrado, 1905, Buenos Aires: Fueyo.

 

Eran plataformas y portavoces de grupos literarios, artísticos, filosóficos u otras agrupaciones institucionales, que formaban unidades identitarias a partir de las revistas. Las revistas producían estos colectivos y garantizaban que estos grupos pudieran crear y consolidar su propia identidad. Constituyen pequeñas comunidades intelectuales que crean simultáneamente comunidades de lectores. (Tarcus, 2020: 23) Por ejemplo, Laura Sesnich, analizando el lenguaje de la revista Nosotros, reconoce claramente que el lenguaje por sí solo refuerza la identidad nacional. (Sesnich, 2014)

A partir de la década de 1980, el diseño gráfico fue cada vez más capaz de reorientar las normas establecidas. A través de la apropiación de nuevos estilos, especialmente de la vanguardia y el pop, se valorizaron las manifestaciones vernáculas. Además, se incorporaron cambios como los medios gráficos digitales. (Elizalde, 2010: 269) Con la creciente difusión de internet y las redes sociales, también se han desarrollado nuevas plataformas para el intercambio de ideas e información. Sin embargo, la importancia de las revistas culturales en América Latina sigue siendo indiscutible. Siguen siendo foros importantes para la promoción del arte y la literatura, así como para el debate político.

Estado actual de investigación

Los primeros esfuerzos por clasificar las revistas culturales latinoamericanas procedieron de los latinoamericanistas norteamericanos. Bajo la dirección de Sturgis E. Leavit compilaron una bibliografía detallada de las revistas culturales hispanas en 1938 (Revistas hispanoamericanas, índice bilbiográfico, 1843–1935) (Tarcus, 2020: 35). Otro trabajo pionero fue la investigación de Boyd G. Carter, Las revistas literarias de Hispano-América. Breve historia y contenido, de 1961, que intentó demarcar por primera vez el universo de las revistas literarias. Carter creó un sistema taxonómico para delimitarlas conceptualmente, pero según Tarcus (2020: 27) está organizado de forma un tanto caótica.

En 1959, Lafleur, Provenzano y Alonso publicaron el artículo “Las revistas literarias argentinas, 1893–1967”, que a su vez representa un trabajo pionero y ofrece un panorama exhaustivo de las revistas literarias en Argentina. El artículo funciona como una especie de catálogo y estudia diversas publicaciones argentinas de revistas literarias, trabajando a través de su desarrollo, diversas tendencias y su contribución a la historia cultural y literaria del país.

Al principio, las revistas culturales fueron analizadas sistemáticamente por investigadores de los ámbitos de la literatura, la historia, la sociología y la crítica cultural. Tras un primer momento de olvido, sobre todo en los estudios literarios, poco a poco se fue reconociendo su importancia para el desarrollo y la difusión de tradiciones y movimientos artísticos, literarios, estéticos y políticos. En la actualidad, las revistas culturales son importantes objetos de investigación en diversas disciplinas académicas como los estudios culturales, la historia, la sociología, la historia del arte, los estudios literarios, la lingüística y los estudios de género (Crespo, 2010: 9). Los investigadores comenzaron a catalogar los materiales impresos que se encontraban dispersos en bibliotecas y archivos. Algunos ejemplos son la colección Revistas literarias mexicanas modernas o la revista El Libertador. En Brasil fueron las revistas Kláxon y Revista de Antropofagia, en Perú Amauta y Boletín Titikaka. En Argentina, cabe mencionar las revistas Claridad y Martín Fierro. También se publicaron las revistas Contorno, Cristinanismo y Revolución y Pasado y Presente (Crespo, 2010: 11).

Roxana Patiño distingue tres etapas en el debate académico sobre las revistas en América Latina. Hasta principios de los años sesenta, la revista tenía un estatus subordinado a la literatura, es decir, ocupaba un lugar secundario en el canon de las grandes obras monográficas. El primer punto de cambio se produjo en la década de 1960, cuando los estudios literarios se politizaron, se cuestionó el canon establecido y se reconoció a las revistas como un medio eficaz para difundir “nuevos contenidos culturales y políticos”. En aquella época, el interés por las revistas seguía limitado al ámbito literario, es decir, metodológicamente separado del estudio de la cultura en su conjunto. La tercera fase se inició en la década de 1980, con la reforma metódica de las filologías y la superación del estructuralismo, y se caracterizó por nuevas aportaciones teóricas culturales y sociales como las de Raymond Williams y Pierre Bourdieu, así como por enfoques transdisciplinarios. En particular, la investigación sobre las revistas culturales de los años veinte, especialmente las modernas y vanguardistas, aumentó significativamente durante esta década. Por ejemplo, el escritor y editor Jean-Michel Place empezó a coleccionar revistas surrealistas y vanguardistas francesas en la década de 1970, considerando que podrían interesar a un público más amplio en forma de libro. Este panorama histórico ofrece un cuarto momento que no ha hecho más que empezar en las últimas décadas. Este difiere de las otras etapas principalmente en términos de tecnología (Ehrlicher/Rißler-Pipka 2014: 3).

La rápida y creciente digitalización tuvo un efecto positivo en la recuperación de revistas históricas (Ehrlicher/Rißler-Pipka 2014: 3). En 1989, en los inicios de la revolución digital, las revistas de América Latina se almacenaban en CD-Rom y acabaron convirtiéndose en bibliotecas digitales durante el siglo XXI, como la Hemereoteca Digital Nacional de México, la Hemeroteca Digital Brasileira, el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI), el Portal de Revistas Latinoamericanas AméricaLee y el Archivo Histórico de Revistas Argentinas (AHiRA). Entre las bibliotecas digitales europeas más importantes se cuentan: la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, las Colecciones Digitales del Instituto Iberoamericano y la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Otras dos plataformas importantes son la Biblioteca O’Neill Jr. del Boston College para la revista Xul. . Signo viejo y nuevo (1927–1930) y el Archivo José Carlos Mariátegui sobre la revista Amauta (Tarcus, 2020: 47ss).

En los últimos 20 años se ha hecho notable un nuevo interés por las revistas de los países latinoamericanos. Esto se manifiesta en la publicación de catálogos e índices, ediciones facsímiles con estudios preliminares, la multiplicación de coloquios y conferencias, y la cristalización de un creciente corpus de investigación que va ganando peso en diversas disciplinas del campo académico -historia literaria, estudios culturales, estudios de la cultura e historia literaria. En las distintas disciplinas está surgiendo un campo separado de investigación en revistas (Tarcus, 2020: 40).

 

PBT, 1915, no. 533: 1

 

Bibliografía

Beigel, Fernanda. “Las Revistas Culturales Como Documentos de La Historialatinoamericana Cultural Journals as Historic Documents in Latin America.” Utopía y Praxis Latinoamericana, Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social, Año 8., no. N° 20 (March 2003): 105–15. https://www.researchgate.net/publication/26477486_Las_revistas_culturales_como_documentos_de_la_historia_latinoamericana.

Crespo, Regina Aída, and Universidad Nacional Autónoma de México, eds. Revistas En América Latina: Proyectos Literarios, Políticos y Culturales. 1. ed. Colección Miradas Del Centauro. México, D.F: Ediciones y Gráficos Eón : CIALC, Centro de Investigación sobre América Latina y el Caribe, 2010.

Fakin, Maruša; Musser, Ricarda; Steinke, Britta and Ibero-Amerikanisches Institut, eds. Interconexiones, transferencias e información: revistas culturales latinoamericanas. Primera edición. Berlin: Ibero-Amerikanisches Institut Preußischer Kulturbesitz, 2019.

Müller, Christoph; Musser, Ricarda, eds. Revistas Culturais No Mundo Lusófono Durante o Longo Século XIX: Conectividade, Transferência e Informação. Lisboa: Edições Colibri, 2019.

Tarcus, Horacio. Las Revistas Culturales Latinoamericanas: Giro Material, Tramas Intelectuales y Redes Revisteriles. Sentidos Del Libro. Serie América Latina En Sus Revistas 1. Temperley?, Argentina] : [Buenos Aires? Tren en Movimiento ; CeDInCI, Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas, 2020.